lunes, 21 de mayo de 2012

60 segundos


60 segundos… tiempo suficiente para confirmar que no dejo de sentir lo que siento por ti.

Y pensar que en un minuto; pensar que en la milésima fracción de un día, me vasto para confirmar que no quiero estar lejos de ti.

Quiero tenerte cerca… quiero tenerte siempre cerca. Quiero que me veas como yo te veo, y que sientas por mi lo que yo siento por ti.

Quisiera tener ese código, esa matriz de números para descifrar la forma de conquistarte; pero.

¿Pero y si no puedo conquistarte?...

No quiero darme por vencido

¡Me niego!

Me gustas demasiado; eso es la realidad, y se estrello contra mi hoy.

lunes, 26 de septiembre de 2011


Guatemala y su Animal Nocturno Andrógino

Tal como esa extraña y controversial belleza que se está poniendo tan popular, así también es la oscura nocturnidad de mi Guatemala. Es en realidad una experiencia única la cual cientos de Guatemaltecos que se mueven por la jungla de sementó que llamamos ciudad viven a diario.

Cuando viajamos en el transporte colectivo ya cuando el sol ha caído sucede algo. Este algo es un espectáculo único y digno de escenificar una película hollywoodense.

Déjenme plantear esta sentencia para llegar a un punto de donde quiero partir: Yo siempre critique, crítico y seguiré criticando la fe ciega con que el guatemalteco sigue a la selección nacional de futbol soccer.

¡Pero! no hay espectáculo más hermoso y escalofriante, como la Fe del Guatemalteco;  como lo fueran para Jason y los Argonautas las sirenas, criaturas mitológicas que con su incalculable belleza llevaban a los marineros a una muerte segura.



La certeza de que afuera nada pasara y la evidencia la noche es segura. La Fe en la nocturnidad. ¿Será la causa nuestra sangre maya? Los guatemaltecos somos hombres y mujeres de maíz. Pero ¿Será que nuestro espíritu es el de un jaguar? Y esta criatura nos arrastra a vivir… a vivir en la noche.